Durante unos días he estado algo arrepentida de haberme apuntado a este curso de verano que organiza la Asociación Espiral No es que el curso no mereciera la pena, al contrario. Los materiales y la guía que nos ha proporcionado José Daniel García han sido inmejorables, pero las circunstancias no han sido las mejores, con un ordenador recién estrenado y un cambio de plataforma (de windows a mac), el trabajo se me ha complicado. A pesar de ello, he tratado de sacar adelante el proyecto tal y como me lo había planteado: animando una imagen sencilla dibujada por mí. Después de unos quinientos fotogramas y una gran pelea con Imovie para terminar utilizando el editor de Youtube, he logrado resolver un ejercicio con el que no estoy nada descontenta y que publico en esta entrada.
Imaginas que ahora que empezamos a ver la luz al final del túnel alguien te propone visualizar una nueva escuela, una nueva forma de educación en la que hagamos las cosas diferentes. Gracias Javier Ramos Sancha por la invitación a participar en esta iniciativa. Clica sobra la imagen para acceder al video Si se trata de soñar una nueva escuela después del COVIT-19 quiero hacerlo partiendo de cero, imaginando que en nuestra sociedad no existe un modelo previo y que hay que inventar un espacio en el que las personas, desde muy pequeñas, aprenden a ser y a convivir, a conocer y a hacer. Nada nuevo, ¿verdad? Sueño que este es un espacio enorme y abierto , con sucursales físicas en las que cada docente acompaña y guía durante un periodo de tiempo más o menos prolongado a un reducido número de estudiantes en la aventura de convertirse en ciudadanas y ciudadanos de un mundo articulado en torno a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. Pienso en un gran espacio de colaboració...
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